Felicidad en estado puro, brutal, natural, volcánico, que gozada, era lo mejor del mundo... Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, chutes, porros, hachís, rallas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, lsd ,éxtasis... Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, que una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas... Mejor que la nocilla y los batidos de plátano... Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del Milenium... Mejor que los andares de Ally Mcbeal, Marilyn, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawford... Mejor que el pequeño paso de Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papa Noel, la fortuna de Bill Gates, las malas experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágenos de los labios de Pamela Anderson, mejor que los excesos de Morrinson... Mejor que la libertad... Mejor que la vida.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Que todos mis días en blanco y negro los pintes tú.

Cansada de vivir o de no hacerlo, de tener que pensar para respirar, inspira, expira, inspira, expira... Contar hasta un millón para conseguir que haga una pizca de sueño en mi habitación, leer letras que no me digan nada, como si estuvieran mudas, o tal vez, es que yo me esté quedando sorda. Sonreír sin ganas, mirar hacia el horizonte y no poder ver más allá de mis narices. Beber para pensar en ti, pensar en ti y tener ganas de beber. Dudo si mientras duermo estoy soñando o si mientras estoy despierta sueño que duermo contigo. Que no me acuerdo de respirar, antes lo hacía sin pensar... Pero ahora, no me queda otra. Inspira, expira, inspira, expira.

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