Felicidad en estado puro, brutal, natural, volcánico, que gozada, era lo mejor del mundo... Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, chutes, porros, hachís, rallas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, lsd ,éxtasis... Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, que una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas... Mejor que la nocilla y los batidos de plátano... Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del Milenium... Mejor que los andares de Ally Mcbeal, Marilyn, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawford... Mejor que el pequeño paso de Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papa Noel, la fortuna de Bill Gates, las malas experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágenos de los labios de Pamela Anderson, mejor que los excesos de Morrinson... Mejor que la libertad... Mejor que la vida.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Hace tiempo prometí escribirte una canción, como siempre, mal y tarde, la tienes aquí. Sabes bien como soy, que no suelo mentir, siempre que lo hice fue por verte sonreír; llámame, te quiero escuchar, ya lo ves, no siempre me va bien. Al cantar, me duele el corazón, y enloquezco cada noche en cada actuación. Me dijeron que de vez en cuando había que evadirse del mundo en el que vivimos, estar por uno, tal vez dos segundos con la mente en blanco, no pensar en nada ni en nadie. Una vez lo hice, desaparecí por un momento, y fue lo mejor que he hecho hasta ahora en mi vida.

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