Felicidad en estado puro, brutal, natural, volcánico, que gozada, era lo mejor del mundo... Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, chutes, porros, hachís, rallas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, lsd ,éxtasis... Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, que una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas... Mejor que la nocilla y los batidos de plátano... Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del Milenium... Mejor que los andares de Ally Mcbeal, Marilyn, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawford... Mejor que el pequeño paso de Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papa Noel, la fortuna de Bill Gates, las malas experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágenos de los labios de Pamela Anderson, mejor que los excesos de Morrinson... Mejor que la libertad... Mejor que la vida.

viernes, 21 de octubre de 2011

Cuando estoy realmente jodida, apareces con esa sonrisa.

-¿Sabes qué?
-¿Qué?
-Que ya no tengo miedo.
-¿Qué ya no tienes miedo? ¿A qué te refieres?
-A que ya no tengo miedo de nada, porque te tengo a mi lado. El miedo… es como una caja de cerillas, todos tus miedos están ahí dentro, cada uno con una cabeza de fósforo roja, y si de repente uno de ellos se prende, todos los demás arden inevitablemente. Esos miedos… no son ni uno, ni dos, ni tres… son un montón de ellos, un montón de cosas que en ocasiones no te dejan avanzar, te paran… Pero cuando eso pasa… apareces tú y separas cada uno de mis miedos como si nada pasara, lo apartas todo para que pueda seguir adelante.




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