Ocho de noviembre.

Quiero sentirte cerca de mi, para que me puedas susurrar todos los "te quiero" que me he podido perder en todo este tiempo. Quiero que me susurres todo lo que me has echado de menos en los días que no me has visto. Quiero que me abraces como lo hacías antes, que ni tú, ni yo sentíamos nada. Hasta que llegó el día que tocó sentir por primera vez ese fuerte sentimiento. Siento que te necesito a mi lado cada segundo. Que te necesito a mi lado todo este tiempo que paso sola. Que a veces, pienso y digo: ¿Por qué coño he tenido que perder yo? ¿Por qué me toca a mi esto siempre? ¿Por qué el que quiere más pierde siempre? No me lo explico aún. Y han pasado meses y meses, pero no hay manera de sacarle de mi mente, no hay manera de dejar de hablarle sabiendo lo que te ha hecho todo este tiempo. Que te quiero, que te quiero conmigo, conmigo a cada segundo, que me puedas dar los abrazos, que seamos solamente uno, que podamos contarnos todos nuestros secretos. Y que podamos querernos, como hemos sabido siempre.