Felicidad en estado puro, brutal, natural, volcánico, que gozada, era lo mejor del mundo... Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, chutes, porros, hachís, rallas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, lsd ,éxtasis... Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, que una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas... Mejor que la nocilla y los batidos de plátano... Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del Milenium... Mejor que los andares de Ally Mcbeal, Marilyn, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawford... Mejor que el pequeño paso de Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papa Noel, la fortuna de Bill Gates, las malas experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágenos de los labios de Pamela Anderson, mejor que los excesos de Morrinson... Mejor que la libertad... Mejor que la vida.

martes, 13 de diciembre de 2011

Entre las pocas conclusiones que he podido sacar..

Puedo decirte que en esta vida todo llega y todo pasa, que el tiempo lo cura todo, que el final del un camino no es más que el principio de otro, y que tras cada persona se encuentra otra, tal vez la tuya.
También te diré, que con algo de sutileza y un poco de práctica puedes engañar a todo aquel que te rodea, y que es aun más fácil engañarse a uno mismo. Así que ahí tienes tus dos tareas: engañarte y desengañarte.
Otra de las conclusiones es que no vale la pena dejarse vencer por lo inevitable, y que puedes forzar todas las sonrisas que te salgan; puedes ocupar el vacío que dejé en tu cama con más de mil cuerpos diferentes y mentir cuando en tus sueños me vuelvas a ver, puedes intentar revivir cada momento a mi lado, puedes romper fotos, esconder regalos y quemar diarios, puedes evitar la realidad tantas veces como quieras y vivir para siempre con una venda en los ojos.
Pero yo, por último, insistiré en decirte que intentar olvidar a alguien es querer recordarlo para siempre, que puedes acabar con todo, pero los recuerdos son permanentes, que tras engañarte y desengañarte regresa la cruda realidad que tenías antes de tu engaño, que las cosas que vas dejando atrás te alcanzan que cada momento vivido con cada persona es irrepetible, que puedes disfrazar tus sentimientos todo lo que quieras, y ellos te creerán, pero a mi no me engañas, y por último, siento decirte... Que soy insustituible. 

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