Felicidad en estado puro, brutal, natural, volcánico, que gozada, era lo mejor del mundo... Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, chutes, porros, hachís, rallas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, lsd ,éxtasis... Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, que una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas... Mejor que la nocilla y los batidos de plátano... Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del Milenium... Mejor que los andares de Ally Mcbeal, Marilyn, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawford... Mejor que el pequeño paso de Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papa Noel, la fortuna de Bill Gates, las malas experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágenos de los labios de Pamela Anderson, mejor que los excesos de Morrinson... Mejor que la libertad... Mejor que la vida.

lunes, 22 de abril de 2013

ENEBEKA.




Cuando nada te emociona, cuando nadie logra hacerte sonreír, cuando nada te parece suficiente o todo comienza a sobrar a tu alrededor. Cuando vas echando de más lo que un día echaste de menos, o cuando crees que ya no tienes tanto que perder. Cuando te vas a dormir sin haber aprendido nada nuevo, o sin un momento que merezca la pena ser recordado, cuando los días van pasando o cuando te agobias en la misma rutina de siempre. Cuando ni la música te entiende y cuando sientes que estas perdiendo el tiempo.
Entonces es cuando debes darte cuenta de que la vida con dieciséis años merece ser vivida, de que hay mil cosas que te pueden hacer sonreír, o mil momentos que esperan ser grandes recuerdos el día de mañana. Que hay mil personas nuevas que puedes conocer, que te pueden sorprender. Y que no existe nadie en este mundo, nadie.. que merezca que te levantes cada mañana sin esa sonrisa. ¡DESPIERTA! Puedes conseguir lo que te prepongas, no dejes ningún sueño en el camino por tener miedo a seguirlo. La suerte solo esta de lado de aquellos que creen en ella, quiérete por lo que eres, no te pongas límites, y sal cada día a la calle pensando que si estás aquí, es por algo. Y que por lo menos, una persona en este mundo, te necesita. Nunca sabes cuando vas a encontrar a la persona más importante de tu vida.



No va a volver a sonreírte de esa forma tan suya, ni a preguntarte cómo te van los estudios. Ni va a pedirte que le ayudes a subir las escaleras.Ya no irás más a su casa y lo encontrarás sentado en su sillón de siempre, viendo cualquier programa en la televisión. Ya no te llamará para que le ayudes a encender el fuego y sentaros los dos en frente de este a contar historias. Se fue.
Se fue sin que pudiera decirle lo mucho que le quería. Se fue sin que pudiera darle las gracias. Se fue sin que pudiera decirle el último adiós. Y ahora, gordito, ¿Quién me dará masajitos en los pies otra vez?
Ojalá pudieras darme un abrazo fuerte. Porque lo necesito, de veras que sí.
Y puede que no te vuelva a ver, pero siempre te llevaré conmigo. Porque te fuiste, pero no de mí.

Con un cigarro a medio acabar en una mano y una botella de vodka en la otra, frente a la ventana, mezclando mis lágrimas con las gotas de lluvia, maldiciendo al que dijo que con el alcohol las penas de iban. Porque tú sigues aquí, tú y tu maldito recuerdo. Sigues recorriendo cada noche con tu boca cada milímetro de mi piel. Sigo teniendo presente el mapa de tus lunares. Sigo abrazada a tu almohada como los niños se abrazan a los peluches. Entre mis sábanas sigue tu aroma, el caos de mi existencia. Ya no nos queda ni París, no nos quedan más que recuerdos vacíos, sombras que se ciernen sobre esta casa susurrando un “nosotros” que me está volviendo loca. No quedan más que un montón de sueños rotos clavados en las paredes de este pobre corazón. No quedan más que eternos silencios repletos de amargura. Flota en el ambiente ese poquito de locura. Me están matando estas ganas de ti, de tu piel. Nunca me han gustado los finales, y este no es una excepción. Me faltas. Me falta el aire. Me falta tu voz. Se derrumban las paredes a causa de tu ausencia. Otro trago. Otra calada. Otra lágrima. Otro suspiro. Creo que nunca te dije todo lo que te quise y con ese peso sobre mi espalda me veo incapaz de empezar de cero.

Deberías saber cuántas frases comienzo con tu nombre y acabo con un lo quiero mucho. La razón por la que me despierto de buen humor los viernes y odio los lunes. No debería extrañarte, que aún cuando no estás puedo sentir tus labios susurrando palabras que acarician, abrigan, y protegen. Puede que ni imagines que me has hecho tocar el cielo con cada parte de mi cuerpo. 


Cuando conoces a una persona tu vida cambia y, tanto si te gusta como si no. Todos conocemos a alguien que nos ha dejado huella, alguien que nos ha dejado marcada la sonrisa, alguien que inspira cada palabra que escribimos, alguien que nos mira y nos rompe los esquemas, alguien que nos hace cambiar, alguien al que nunca vamos a olvidar. Alguien por el que permitimos que nuestro corazón lata más rápido cuando estamos cerca. Alguien al que esperar en la puerta de la 204 para escaparse antes de cenar y comerse a besos en algún sitio que no sabes ni cómo se llama. Alguien al que recordar en cada nota de la canción que le cantabas despacito y al oído. Y es que hay huellas tan profundas que por muchas pisadas que pasen por encima jamás se borrarán.