Felicidad en estado puro, brutal, natural, volcánico, que gozada, era lo mejor del mundo... Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, chutes, porros, hachís, rallas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, lsd ,éxtasis... Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, que una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas... Mejor que la nocilla y los batidos de plátano... Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del Milenium... Mejor que los andares de Ally Mcbeal, Marilyn, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawford... Mejor que el pequeño paso de Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papa Noel, la fortuna de Bill Gates, las malas experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágenos de los labios de Pamela Anderson, mejor que los excesos de Morrinson... Mejor que la libertad... Mejor que la vida.

domingo, 24 de junio de 2012

Y que me digas que cualquier camino que yo elija,me seguirás.

¿Sabes? Tú y yo tenemos un algo invisible que nos ata, algo que ninguno de los dos entiende, ese mirarnos y saber que es todo eso que callamos, las tardes, tan cortas y tan contables con los dedos de una mano. Ese echarte de menos cuando no estás, incluso cuando te tengo al lado. El miedo a que te olvides de mi. La magia que existe cuando te acercas a mi y te ríes entre dientes. No sé, quizá sea una tontería, y acabemos equivocandonos. Adoro dejarte en blanco, y montarnos una fiesta con la nata en el super. Y al final del camino, espero encontrarme contigo. No importa el tiempo que pase, con que seas tú el que esté esperando, el resto, me sobra.




Lo único que quiero es que sepás, que aunque el tiempo pase, y se nos olviden nuestros nombres, nuestras caras, nuestras pieles; aunque todo pase y nunca más volvamos a encontrarnos; aunque se pierdan las fotos, los versos, las cartas; aunque todo se esfume con el polvo, con el pañuelo de la vida que todo lo borra, que todo lo limpia; aunque tu mano nunca más se pose sobre la mía otra vez; aún con todo eso, creeme, viviré tranquila. Lo sé, porque aunque tú ya no existas en mi mente, de alguna manera sabré para siempre que un día, no hace mucho, no hace tanto como parece, fui feliz contigo.




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