Coge tus cosas y después te pierdes.

Vamos cielo, seamos realistas, ni yo soy esa a la que con una sonrisa y unos ojos de cordero degollado te llevas a la cama, ni tú eres ese que dejaría escapar una vez estés entre mis sábanas. A decir verdad, somos todo lo opuesto a los cánones de la sociedad de hoy en día. Ni yo soy esa princesa que viste vestidos y calza zapatos de cristal, ni tú ese príncipe azul con buenos modales que promete bajarte las estrellas, y para que vamos a engañarnos, a estas alturas del partido ya no vamos a cambiar. Ni yo quiero tener corona ni tú quieres vestir de traje, ni siquiera se nos da bien eso de sentarnos en el porche una cálida noche de verano y confesarnos las cosas a la cara.
No..ninguno de los dos seguíamos unas reglas establecidas, pero a la hora de la verdad ninguno concebiamos la idea de vivir separados el uno del otro, hasta que se acabó para siempre.