Felicidad en estado puro, brutal, natural, volcánico, que gozada, era lo mejor del mundo... Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, chutes, porros, hachís, rallas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, lsd ,éxtasis... Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, que una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas... Mejor que la nocilla y los batidos de plátano... Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del Milenium... Mejor que los andares de Ally Mcbeal, Marilyn, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawford... Mejor que el pequeño paso de Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papa Noel, la fortuna de Bill Gates, las malas experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágenos de los labios de Pamela Anderson, mejor que los excesos de Morrinson... Mejor que la libertad... Mejor que la vida.

martes, 17 de abril de 2012

¿Sabes? No me importa si me fallaste o si resultó que tú no eras la solución si no una parte más de mis problemas. Me da igual si pensaste que quererme de verdad te saldría demasiado caro y decidiste cobrármelo con besos de alquiler. Que decidieses que era buen abrigo para tus noches de los sábados pero no fueses capaz de regalarme una mísera tarde de domingo. No me importa si lo mejor que supiste hacer fue dejar que me enganchase a cada uno de los lunares de tu espalda y perdiera el norte en ellos, para después largarte a la primera de cambio o si perdí doscientos días queriéndote y doscientas noches olvidándote. Ahora he decidido que es más importante vivir mi vida que tenerte en ella, que prefiero mis sonrisas al despertar que tus besos baratos.

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