Felicidad en estado puro, brutal, natural, volcánico, que gozada, era lo mejor del mundo... Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, chutes, porros, hachís, rallas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, lsd ,éxtasis... Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, que una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas... Mejor que la nocilla y los batidos de plátano... Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del Milenium... Mejor que los andares de Ally Mcbeal, Marilyn, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawford... Mejor que el pequeño paso de Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papa Noel, la fortuna de Bill Gates, las malas experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágenos de los labios de Pamela Anderson, mejor que los excesos de Morrinson... Mejor que la libertad... Mejor que la vida.

martes, 17 de abril de 2012

Pequeño.

La raza humana es ingenuamente ridícula. La mayoría de las personas que pueblan el planeta no son capaces de apreciar la sencillez de la infancia. Algo tan bonito y tan lejano como no tener ninguna responsabilidad. Un niño pequeño encuentra una pregunta que no entiende, que no sabe responder. Él tiene esa facilidad. Facilidad de aplicar la lógica que solo poseen aquellos que no son responsables de sus actos. Él responde con un simple " no sé". Sin más. Sin consecuencias. Para él es una respuesta tan válida como otra cualquiera. Ojalá todas las preguntas difíciles se pudiesen responder con un sincero "no sé" .

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